En este rastreo, ha encontrado archivos de fotógrafos, álbumes familiares, negativos, libros y documentos que revelan la rica historia fotográfica del país. Sin excepción, todos estos documentos sufren un continuo deterioro natural, que se acentúa con la carencia de un almacenamiento adecuado para las condiciones climáticas.

Con un grado inicial en Tecnología de Alimentos, Alejandra trabajó en la industria láctea de Costa Rica, luego en la de frutas secas y concentrados en California, Estados Unidos, así como en el Centro de Investigación en Productos Naturales —CIPRONA—de la Universidad de Costa Rica. Al ser desplazada la industria de alimentos fue por el “Silicon Valley” en el Valle de Santa Clara, California, Chaverri optó por volver a la universidad y estudiar algo que siempre la apasionó: fotografía. Fue así como ingresó a Foothill College, Los Altos Hill, California, donde cursó estudios en fotografía y diseño gráfico.

También participa en los talleres de conservación, restauración y empastado de libros que periódicamente imparte el “Center for the Book”, San Francisco, CA, y los programas de conservación, preservación y documentación de materiales fotográficos ofrecido por la Universidad Autónoma de México, UNAM.

Es así como sus raíces, combinadas con su conocimiento científico y de fotografía, encajan de manera natural con sus estudios relacionados con la fotografía del pasado de Costa Rica.

Paralelo a su trabajo de digitalización y conservación de documentos de interés histórico, ha colaborado con el Museo Nacional de Costa Rica y es miembro de la Asociación Centro de la Imagen y la Fotografía, CIF.

Entre algunos catálogos y libros en los que ha participado están: Korda Moda (2013), Raúl Cañibano: Storyteller (2015), Las Fotos de mi tata Mario Roa: Costa Rica (1936-1946) (2017), Memorias de Miriam Álvarez Brenes (2017) y Familia Chaverri Benavides (2017), Poesía, Miriam Álvarez Brenes (2025).