Entremés con archivos fotográficos del pasado

Familia Chaverri Benavides
Circa 1930
Libro empastado a mano

Para ganar experiencia con programas y equipos digitales, en 1999 digitalicé los álbumes que mi padre elaboró con las fotografías que le enviara su familia mientras estudiaba en el exterior. Por varios meses, me concentré en quitarle a dichos archivos, hongos, rayas, y a arreglar rostros, dedos y atuendos de muchos de mis antepasados. También descubrí el poder de los ajustes de tonos, de los contrastes y su correlación con mis venerados procesos de revelado en el cuarto oscuro. Más aún, comencé a “iluminar” fotografías— como le decían antes a la técnica de pintar las reproducciones en blanco y negro—con técnicas digitales. Esta primera clase de fotografía digital culminó con un libro familiar. Fue una edición limitada de once libros, todos empastados a mano, uno para cada uno de los tíos y tías Chaverri Benavides.

Poco después de completar este libro familiar, me conecté historiador y coleccionista de fotografías costarricense, Manrique Álvarez Rojas, y digitalicé negativos en vidrio de su colección personal. Así comenzó mi embrujo con uno de los primeros fotógrafos costarricenses, Manuel Gómez Miralles (1876-1965). De la colección de placas de vidrio de Manrique, 38 imágenes se prepararon para exhibirse. La primera exhibición ocurrió en la Casa de la Cultura de Heredia, Costa Rica en septiembre del 2005. Luego la muestra se presentó en otros lugares de San José, incluyendo la Alianza Francesa y el Costa Rica Country Club.

Desde aquel momento, la búsqueda de archivos fotográficos del pasado y su estudio ocupa gran parte de mi tiempo. Me concentro en el material de Costa Rica, y en los procesos que llegaron a tener gran popularidad en el mundo entero, los cuales también impactaron el desarrollo de la fotografía en Costa Rica. Entre los más populares se pueden citar, impresiones, álbumes, cartes de visite, postales, estereogramas, linternas mágicas y las pequeñas tarjetas que venían entre las cajetillas de cigarros.

De Costa Rica, he ubicado y documentado algunas colecciones de algunas bibliotecas en Estados Unidos, empezando por la colección en la biblioteca del Congreso. Uno de los archivos que más me ha impactado es la colección de fotografías que la United Fruit Co. donó a la Baker Library, de la Universidad de Harvard. Aparte de los aspectos agrícolas, hay muchas fotografías de la construcción de las ciudades de Golfito y Quepos, de las cuales, poco encontramos hoy en día en estas ciudades. De igual modo, he topado con el honor de trabajar con archivos de importantes fotógrafos, extranjeros y costarricenses. Algunos son: Harrison Nathaniel Rudd (1840-1917), los hermanos Paynter, Amando Céspedes Marín (1881-1976), Mario Roa Velázquez (1917-2004), Mario Ramírez Villalobos (1919-2001) and Alfonso Barahona Solano (1929-2013), y colecciones de índole familiar de costarricenses.

Ismael Chaverri Rojas. Circa 1920

Con gran preocupación observo el deterioro presente en todos los archivos estudiados, acelerados por la luz, temperatura y humedad. Los daños físicos, biológicos y químicos, en muchos casos se podrían desacelerar bajo condiciones controladas de acopio.

En efecto, los archivos fotográficos del pasado son testimonio de un momento que existió y que nunca más va a acontecer. La preservación y conservación, así como su divulgación, uso y estudio, son críticos; pues son parte de nuestro legado cultural. No encuentro que la fotografía antigua sea mejor o más valiosa que la actual, ni siento nostalgia por volver a un pasado. Pienso que estos materiales invitan a una reflexión acerca de esos instantes presentados por los fotógrafos de otros tiempos.

Para terminar, mi enfoque ha cambiado de diez años atrás, cuando solamente digitalizaba y restauraba las imágenes para que lucieran mejor. Hoy en día, mi objetivo es que los archivos de materiales fotográficos se conserven y preserven —de la mejor forma posible— para la posteridad, y el uso de tecnologías digitales facilitan nuestro trabajo de “desempolvar” y revisitar el pasado utilizando procesos que sean menos dañinos para nuestro medio ambiente.

 

Benavides Cháves Circa 1905

 

—Alejandra Chaverri

Diciembre 2018

Referencias

Bolaños, G. Carta abierta a don Manuel Gómez Miralles

Sánchez, E. El hombre con la radio por corazón

Vargas, S. Manuel Gómez Miralles—Fotografía y Memoria

Wallace, R. A Clear View

 


	

7 Replies to “Entremés con archivos fotográficos del pasado”

  1. Buenas noches Alejandra, hermoso blog, la felicito por su gran esfuerzo en la conservación y divulgación de tantas fotografías

  2. Hola. Te cuento que gran parte de mi vida viví en la Calle 12 de Alajuela, llamada Ismael Chaverri. Nunca supe quién fue ese señor y ahora veo que tenés un pariente que se llama igual. Serán el mismo.? Tu pariente tuvo algo que ver con Alajuela?

    1. Saludos, Luis Fernando. ¡Qué dato más interesante! Este señor fue mi abuelo. El fue comerciante. Estuvo involucrado en el comercio de ganado, por lo que con mucha frecuencia andaba por las plazas de ganado. Me imagino la de Alajuela también. ¿Adónde queda esta calle?
      Alejandra

      1. La calle Ismael Chaverri de Alajuela es la Calle Ancha que pasa frente al Cementerio de Alajuela, en una de las columnas del Cemenerio hay una placa con el nombre, aunque yo sé que se llama así porque mi maestra de escuela me obligó a aprenderme la dirección de mi casa por calles y avenidas: Calle 12 Ismael Chaverri, entre avenidas 5 y Avenida del Estadio(7).

      2. La Calle 12 de Alajuela, Ismael Chaverri, es la parte oeste de la llamada Calle Ancha que bordea el centro de la Ciudad creando como un cuadrado de mas o menos 1 km2. La Calle Ismael Chaverri pasa frente al Cementerio General de Alajuela.

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